ANTÓN CHÉJOV



- Confieso que enterrar a algunas gentes constituye un gran placer


- Los hombres inteligentes quieren aprender; los demás, enseñar

- Las obras de arte se dividen en dos categorías: las que me gustan y las que no me gustan

- Un perro hambriento sólo tiene fe en la carne

- Cuando se sugieren muchos remedios para un solo mal, quiere decir que no se puede curar

- El amor, la amistad y el respeto no unen tanto a la gente como un odio común hacía alguna cosa

- El hombre vulgar espera lo bueno y lo malo del exterior, el hombre que piensa lo espera de sí mismo

- El arte de escribir consiste en decir mucho con pocas palabras


Antón Pávlovich Chéjov  fue un médico, escritor y dramaturgo ruso. Encuadrable en la corriente naturalista, fue maestro del relato corto, siendo considerado como uno de los más importantes escritores de cuentos de la historia de la literatura. Como dramaturgo escribió cuatro obras, y sus relatos cortos han sido aclamados por escritores y críticaChéjov pasó gran parte de sus 44 años gravemente enfermo a causa de la tuberculosis que contrajo de sus pacientes a finales de 1880. La enfermedad lo obligó a pasar largas temporadas en Niza (Francia) y posteriormente en Yalta (Crimea), ya que el clima templado de estas zonas era preferible a los crueles inviernos rusos.
En mayo de 1904 ya se encontraba gravemente enfermo, por lo que el 3 de junio se trasladó junto con su mujer Olga al spa alemán de Badenweiler, en la Selva Negra. Desde allí escribió cartas a su hermana María Chéjova (Masha), en las que se podía apreciar que Chéjov estaba animado. En ellas describía las comidas que le servían y los alrededores, y aseguraba que se estaba recuperando. En su última carta, se quejaba del modo de vestir de las mujeres alemanas. Fallece el 15 de julio.
Su cuerpo fue trasladado a Moscú en un vagón de tren refrigerado que se usaba para transportar ostras, hecho que molestó a Máximo Gorki. Está enterrado junto a su padre en el cementerio Novodévichi en Moscú.

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